Una escritora en las redes sociales

1.-Mis comienzos en el mundo de internet

Richard Allen

Te preguntarás :¿Como se mueve una escritora en las redes sociales? Respuesta:pedaleando a contracorriente.

Empezaré contando como comencé a escribir y lo haré con una anécdota que me marcó, por sus consecuencias: escribir una novela e intentar venderla en Internet, a mis 65 años!!!!. 

Les contaré todo lo que he aprendido y todas las cosas que me han pasado que han sido de locos. De verdad. Porque Internet para una persona de 65 años es algo de locos. No sé si los jóvenes lo ven igual. Seguramente no, ellos se mueven en las redes como pez en el agua.

Una pequeña anécdota

Déjenme que me remonte al año 1997, yo me encontraba trabajando en unas oficinas del Ayuntamiento en mi ciudad y estaba muy satisfecha con mi trabajo. Me ganaba bien la vida. Pero en septiembre de ese año, sucedió un hecho singular que lo cambió todo. Por circunstancias que serían muy largas de explicar les contaré que mi trabajo dejó de interesarme. Me desconecté del trabajo y decidí dejarlo.

Escribir a cuatro manos no es una buena idea.

Una buena amiga a la que llamaré Yolanda y de la que no voy a decir su verdadero nombre,  porque sé que no le gustaría, para eso es muy quisquillosa, me ayudó a encontrar otro trabajo.  Así que yo intenté ayudarla, años después, cuando ella atravesó una seria crisis sentimental. Necesitaba dinero.

Después de darle muchas vueltas, decidimos escribir juntas un libro. Pensábamos que nos veríamos capaces. Un libro de autoayuda que venderíamos en Amazon. Puede sonar fantasioso pero en aquel momento lo veíamos factible y con posibilidades. ¡Hay tantos lectores en el mundo virtual!

Creíamos ciegamente que vender un libro era relativamente fácil. Y que escribirlo era algo al alcance de nosotras. Desgraciadamente, pasaban los días y, estábamos ambas encalladas, y en un momento de desaliento, pensé,  bueno quizás tendremos que cambiar de temática, ¿por qué no escribir juntas una novela? podríamos escribir una novela a cuatro manos, y disfrutar de la misma relación que llegaron a tener Charles Dickens y su amigo Wilkie Collins. Esa fue mi ilusión…

Jamás pensé en aquella frase que dice que: el intento de escribir un libro a cuatro manos no dejan huella y sí amistades por el camino. 

Acabar con una buena amistad

Enfín comenzamos a escribir, cada una en su casa y nos reuniamos  una vez o dos al mes como máximo. El hecho de no trabajar juntas, con asiduidad lo complicó. Así que buscamos a una correctora para que nos marcará el camino.

A diario nos enviabamos nuestros pequeños escritos por email. Al principio me pareció una buena idea, pero a los pocos meses se convirtió en un martirio. Percibía que si no contestaba alabando sus escritos diariamente, Yolanda se molestaba..  Paralelamente, yo le mandaba lo que había escrito y ella hacía lo mismo, lo leíamos y si nos parecía bien, lo reenviábamos a la correctora para que ella nos diera su opinión.  Aquí comenzó el problema, Yolanda no soportaba las críticas que con toda la buena voluntad del mundo, pero sin tacto ninguno, nos hacía esta mujer. Tanto Yolanda como yo,  escribíamos sin sentido sin un plan, sin un guión, vaya. Fue un auténtico desastre. Ninguna de las dos cumplía con el pequeño guión, no había relación entre lo que Yolanda escribía con mi forma de escribir. Y viceversa. Todo muy descorazonador. 

El hecho de no reunirnos juntas con asiduidad lo complicó. No supimos planificar como hacer el libro, y sumado a mi elección de una correctora desafortunada que no conciliaba nuestros desencuentros, acabó con nuestra amistad.

La falta de experiencia y nuestro ego sobrealimentado terminaron con nuestra alianza.

Claro, ahora en la distancia se ve todo con más claridad, hay una frase que decimos mucho en España, y que repetía con gracia el escritor Heminway: “a toro pasado todos somos Manolete”.(Manolete por si no son aficionados a los toros era un torero muy famoso).

Nunca escribas con una buena amiga

O sea que la primera recomendación vendría a ser : Nunca escribas con una amiga si no tienes un plan muy bien trazado y no te ves capaz de aguantar todo tipo de críticas. Si quieres escribir a cuatro manos deja tu ego en el armario.

Yolanda abandonó, me dijo  que no lo aguantaba. Voy a ser sincera, textualmente me dijo:  que no me aguantaba, que yo era una buena persona pero que no era lo suyo, que la estaba presionando. Bueno así terminó mi ilusión de escribir a cuatro manos. Y la posibilidad de ayudarla. No sé que habrá sido de su vida, porque no nos hemos vuelto a ver desde el año 2008.  Unos meses después, me enteré que decidió sin mi consentimiento recopilar lo que habíamos escrito y darlo a conocer a sus amigas del tenís.. Siento vergüenza por el texto que les debió de enviar. 

Un camino por descubrir

En estas me dije, ¿que hago?, ¿abandono, o continuo?. Después de unos meses de duda, decidí escribir mi propia novela, el libro que me hubiera gustado escribir junto a ella. Quería demostrarme y demostrarles a todas aquellas que se reían como locas del fracaso de nuestro primer libro, a nuestras espaldas,  que yo sabía escribir, un poco mejor. Lo que no sabía era que escribir un buen libro no es suficiente para tener éxito, porque desconocía como ha de moverse una escritora en las redes sociales.

Cambié de correctora. Encontré a una buena chica en Internet, que  me ayudó a poner un poco de orden. No hay mucha gente válida, dispuesta a hacer un editing bien hecho, ni pagando. Escribí, rompí. Pasaron varios años.

No acudí a ninguna escuela de escritura, por un motivo principal: creo que el lugar de un buen escritor está en su mesa de trabajo. Y los buenos profesores de escritura no están en las aulas. Emprendí un camino difícil, porque yo no pertenecía al gremio de escritores. Sólo sabía que debía escribir un buen libro.

Hice otro editing, rompí, escribí con tesón y por casualidad me topé con una periodista que me ayudó a pulir el texto y un día pude poner el The end. Si quieres puedes adquirirlo en el siguiente enlace. https://pilarmenen.com/amazon/

Mi libro se titula: la chica de los sueños.

Cuando terminé mi novela tenía 62 años. Y todavía me quedaba lo más difícil: vender mi libro y aprender a venderme cómo escritora en las redes sociales.

 

Y, ¿ahora qué?, ¿Cómo ha de moverse una escritora en las redes sociales?

En ese momento podría haberme dado por vencida y como muchos otros, dejar mi novela en un cajón. Pero esta actitud va en contra de mi manera de ser. Yo ya sabía que nadie, ni agentes literarias, ni editoriales. Nadie. Iba a leerse mi novela. La razón principal  era muy simple: por edad yo no tengo recorrido para hacer una larga carrera. ¿Como iban a apostar por una mujer novelista a esta edad?  Hay millones de libros. Miles de escritores. No querían ni recibir la novela. No reciben manuscritos. No me quedó otra opción que autoeditar.

Es más difícil vender un libro que escribirlo

Fue un camino nuevo: diseñé la portada con una conocida, formateeé el texto con otro conocido y lo colgué en Amazón.  Desconocía que los editores y los agentes, odian a los autores que se auto-editan, sobre todo si no has auto- editado en sus pseudo-editoriales creadas para publicar obras en Internet y que están en el negocio, camufladas en editoriales fantasma, solo para sacar dinero de la tajada en las redes. Si te has auto-editado por tu cuenta, te ponen una cruz. Una obra auto.editada, va en contra de su negocio de distribución y de su negocio de edición. Los e-books les aterran. Con la excusa de que el negocio de internet va en contra del pequeño comercio de las librerías, se montan la película de que el e-book acaba con este pequeño comercio y no pueden engañar al autor diciendole que los gastos de edición y distribución se comen los beneficios : solo podemos pagarte como mucho 1 euro por cada libro vendido!. Su estrategia la completan poniendo un precio alto a sus e-books, para que los lectores continúen comprando sus libros en papel.

Y aquí comienza mi carrera de la rata, sin saber cómo había de moverme como escritora en las redes sociales, como les sucede a tantos y tantos escritores.

Les diré que lo he conseguido a medias y les enseñaré todos los pasos que he dado y que me han aconsejado dar.

Prometo que es interesante. No sé si aprenderán a vender un libro, pero sí a comprender mucho mejor el camino que les espera si quieren vender su libro por internet, fuera de los circuitos tradicionales.

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